Pues si. Ya está hecho el cambio. Abandono lo poco que me quedaba de franzferdinad para convertirme en olga gonzalez garre, con todas las letras. Para agradar a todos, una vez mas. Lo bueno del cambio (porque casi todo es malo) es la maravillosa imagen corporativa que ha diseñado Javier Argilés, en un suspiro y sin darse importancia, como suelen hacer los genios. Había un montón donde elegir y no descarto ir cambiando conforme me apetezca.